lunes, 25 de octubre de 2010

AD CERRO DE REYES 1 - 1 RC CELTA "B"

La batalla táctica queda en tablas
Cerro y Celta B sorprendieron con sus esquemas de juego en un partido donde la intensidad suplió al fútbol de calidad

«Ante la velocidad de un jugador como Ikechi sólo se puede rezar». Ésa fue la lapidaria declaración de Diezma tras el empate (1-1) ante el Celta B. Algo más que implorar a la divinidad hicieron los blanquiazules para frenar al talentoso jugador escocés, que demostró que la categoría se le queda pequeña, pese a que no fue su mejor encuentro.

El jugador, que pertenece a la disciplina del Sevilla, no fue decisivo ni la clave en el resultado final, pero sí dejó los destellos de fútbol más destacados en un choque físico, táctico, supeditado a las pésimas condiciones del césped y a las dimensiones del campo. Ejerció de punta en la primera mitad y con la entrada de Eder se desplazó a su posición natural en la banda. En ambos puestos fue un puñal.
Ikechi y Jota fueron quienes mejor se adaptaron a las circunstancias, a pesar de ser dos hombres con un perfil muy técnico. El pontevedrés generó mucho peligro desde el extremo en la primera mitad y tras la salida de Uru se desplazó a la media punta e hizo más daño a la zaga del conjunto pacense. El técnico vigués, Milo Abelleida, renunció al toque y a la fluidez por motivos pragmáticos, apostando por el juego directo y la búsqueda de la espalda de los defensores a través de balones largos.

La retaguardia cerrista en líneas generales rindió a un alto nivel. La presencia de Juan Carlos en el centro de la zaga dio consistencia, seguridad, contundencia y dominio aéreo. El extremeño cumplió con creces. Diezma usó a Fran Miranda como escudero y lo incrustó casi en la cueva blanquiazul. Apenas atravesó la medular. Las internadas de Ikechi obligaban a los centrales a abandonar su posición, lo que propiciaba algún desajuste. En el minuto 25 Matías salía del área para taponar una ocasión clara del escocés, que era derribado por Parra en la banda. Minutos después ganaba la carrera a Pereyra y en un palmo de terreno sacaba un pase de la muerte que interceptó el meta cerrista.

La concentración atrás del Cerro evitó que el Celta B sacara petróleo de las múltiples opciones a balón parado de las que gozaron, una de las fragilidades locales. Sin embargo, en los primeros minutos, un saque de falta de Jota a punto estuvo de inaugurar el marcador, el balón terminó estrellándose en el larguero tras un rechace de Matías.

Hubo un capítulo de indecisiones, errores y despistes, aunque la mejoría en estos aspectos fue evidente. Una cesión de Pereyra, que ocupó el lateral diestro, a punto estuvo de dejar solo ante el meta argentino a Jota, mientras que Fran Miranda se mostró lento en determinadas acciones en la frontal, complicándose el despeje, aunque logró enmendarse.

El centro del campo fue un galimatías. El técnico madrileño prescindió de las bandas. Stoeten jugó de falso interior derecho, pero se le notó incómodo y despistado. Gozaba de mayor libertad para ir a recibir al centro que su homólogo en la izquierda, Patri, que intentaba trazar diagonales, topándose siempre con una defensa gallega infranqueable. En el esquema revolucionario de Diezma no hubo cabida para Jorge Zafra.


Jorge Zafra, en el banquillo

La visión de juego, precisión en el pase, la salida que ofrece el de Barcarrota al balón, el temple, la pausa, el criterio y las alternativas ofensivas que habilita no fueron cualidades compatibles con el planteamiento inicial del entrenador cerrista. Una vez más se le echó en falta. Se resintió la calidad del encuentro y el Cerro vio mermadas sus opciones de ataque. Sólo dispararon en dos ocasiones en los noventa minutos, uno de esos remates fue, precisamente, de Jorge Zafra en los diez minutos que disputó en la segunda mitad.

El tándem Ramsés-Gonzalo Garavano no funcionó. Se posicionaron demasiado en paralelo y poseen unas características muy similares. Se estorbaron en ocasiones y solapaban sus desmarques cerrándose espacios. Ramsés cayó a las alas esporádicamente pero con escasa incidencia. Cayeron continuamente en fuera de juego, tirado a la perfección por los celtistas que demostraron ser un bloque muy trabajado. Golo estuvo en el enganche, pero lejos de la banda izquierda pierde enteros y presencia ofensiva.
A los gallegos les faltó acierto, especialmente en la segunda mitad. Matías con una intervención de mérito desbarató una volea de Ikechi que iba a la escuadra y poco después Pereyra le arrebataba con el gancho el balón a Jota cuando encaraba al portero argentino.

Restaba media hora y Expósito salió por Gonzalo en el rol de delantero. El barcelonés aprovechó la única laguna que tuvieron los zagueros visitantes anticipándose a Sergio y de un toque sutil establecer el 1-0. Se cumplía el minuto 80 y el esfuerzo en la contención dio sus frutos. Aunque la euforia fue efímera.
Un error de Matías a la hora de blocar, tras un balón colgado en el área, dejó en franquicia el remate a Eder que remachó a placer. El Cerro no supo dejar bajo llave un botín más que valioso que sufrió el expolio vigués, dejando en el José Pache un punto tan necesario como insuficiente.



CERRO DE REYES 1 CELTA B 1

EL DETALLE

Sólo dos equipos habían logrado puntuar ante el Celta B esta temporada. Además, este punto rompe la racha de cuatro derrotas consecutivas del Cerro.

-Cerro de Reyes: Matías, Pereyra, Richi, Juan Carlos, Parra, Fran, Stoeten, Patri, Golo (Roberto, 89), Gonzalo (Expósito, 69) y Ramsés (Jorge Zafra, 80).
-Celta B: Sergio, Sergio Rodríguez, Víctor (Lede, 84), Gafoor, Víctor Vázquez, Carlos David, Pedro (Uru, 55), Pillado (Eder, 55), Pedro García, Jota, Ikechi.
-Goles: 1-0, Expósito, 79. 1-1, Eder, 84.
-Árbitro: Moreno Hidalgo (castellano-manchego), amonestó a Parra, Juan Carlos, Pereyra, Patri y Expósito, en el Cerro, y a Pillado y Jota, por parte del Celta B.
-Incidencias: José Pache, ante unos 300 espectadores



DIEZMA: «Te quedas con un sabor agridulce»

«Nos hemos creído que podemos competir con cualquier rival de la categoría». Esa fue la conclusión que sacó del encuentro Diezma, que explicaba los cambios tácticos. «Queríamos que ellos no jugaran por dentro y hemos juntado mucho a los centrocampistas buscando estar en su campo el mayor tiempo posible. Cuando lo hemos conseguido no han sacado ningún balón con claridad». El técnico local valoró el punto, aunque se lamentó por la ocasión perdida de derrotar al líder. «Te quedas con un sabor agridulce porque después de haberte adelantado piensas que en esos siete u ocho minutos podíamos mantener el resultado». «Elaborar el juego en este campo se antoja imposible, se generan dificultades sobre todo en la zona central». Diezma se refirió así sobre el hándicap del estado del césped y coincidió con el míster del Celta B, Milo Abelleida. «El que venga aquí con intención de combinar y jugar desde atrás se llevará una derrota abultada. Es una pena que tengan el campo así», añadía el técnico visitante.


FOTO DEL PARTIDO


[Hoy, 25-X-10]

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