El juez de Competición decreta la segunda incomparecencia en el partido ante el Montañeros
El Cerro de Reyes ha sido expulsado de Segunda B por el juez de Competición. En una resolución que acaba de publicarse en la web de la Real Federación Española de Fútbol, se decreta la segunda incomparecencia del club blanquiazul, que se presentó en el campo del Montañeros este domingo con siete juveniles después de que los profesionales incumplieran un acuerdo por el que 8 futbolistas el primer equipo llevarían a acabo servicios mínimos en este choque. Los jugadores blanquiazules estaban en huelga como medida de protesta por los impagos de las nóminas de noviembre y diciembre.
No se llegó a ningún acuerdo sobre las deudas, ni siquiera en la Unidad de Mediación y Arbitraje de Extremadura, donde se acordó sólo la realización de servicios mínimos. El club pacense tiene ahora diez días para presentar un recurso ante el Comité de Apelación. La resolución impone además una sanción económica de 3.006 euros, junto a una indemnización al cuadro gallego que se tendrá que deteminar en función de las recaudaciones de sus partidos. En teoría, la expulsión implicaría la libertad de los jugadores, quienes podrían firmar por otro club si la Federación Española de Fútbol prorroga el plazo que acabó a las doce de la medianoche de este martes. También está en el aire la disputa del derbi ante el Badajoz en el José Pache este domingo, ya que incluso la mencionada web lo cataloga como pendiente en el calendario de partidos de Segunda B publicado esta tarde.
La cadena de errores del Cerro
La RFEF puede prorrogar el plazo del mercado de invierno a los jugadores para que fichen por otro equipo
El club será enviado a Tercera esta semana por un 'culebrón' en el que todos cometieron fallos
Salvo que ocurra algo incluso más díficil de creer que lo sucedido hasta ahora, el Cerro de Reyes será expulsado de Segunda B por doble incomparecencia y descendido a Tercera, donde competirá desde la temporada que viene a menos que no pague a la AFE o desaparezca. Los jugadores quedarán libres automáticamente y la Federación baraja una prórroga para que puedan fichar por otro club.
Lo que empezó como un problema de impagos a los jugadores continuó con una guerra declarada con ataques desde ambos lados cuya cima fue el incumplimiento de los servicios mínimos este domingo ante el Montañeros, es decir, una segunda incomparecencia que implicará esta semana la expulsión de Segunda B. Pero antes de llegar a este desenlace se ha producido una cadena de errores con protagonistas en ambos lados del contencioso e incluso de terceros que intervinieron, como la AFE o la propia Federación.
Primer error:Cambio de poder
Al final de la pasada campaña, el entonces presidente Antonio Olivera 'Cachola' quería salir del Cerro de Reyes. Eso no es discutible, sino respetable porque estaba en su derecho. Pero se equivocó en dos ocasiones. La primera, este verano, cuando confió en los hermanos Presa, quienes vinieron a Badajoz vendiendo un nuevo proyecto que se fue al limbo. Aquello fue un engaño y Olivera retomó el mando para armar junto al director deportivo Marcelo Rajoy un equipo para el técnico Diezma. La segunda, con la campaña iniciada, cuando puso el club en manos de una nueva directiva 'fantasma' que no ha pisado Badajoz, no ha dado respaldo a los futbolistas y cuya única cabeza visible es Mario Luna, director deportivo, general y técnico. Él se autonombró técnico para no ver los toros desde la barrera. «Si traigo otro entrenador, se lo comen», dijo.
Segundo: Los impagos
Con el paso de las semanas, los jugadores denuncian que sólo han cobrado octubre. El enfrentamiento va tomando cuerpo hasta que anuncian una huelga para los partidos ante el Vecindario y Montañeros, los dos últimos. Una huelga cuyo objeto de litigio son las mensualidades de noviembre y diciembre pese a que los futbolistas defienden que tampoco han percibido agosto y septiembre. El club dice que sí las ha pagado y para ello muestra unas facturas firmadas por los jugadores en las que afirman que están pagadas. Por su parte, la plantilla muestra ante la prensa los pagarés vinculados a una subvención pública referidos a esas nóminas, no cobrados en el banco porque la cuenta del Cerro no tenía fondos el 20 de enero.
Tercero: Es la guerra
El calendario sigue adelante pero no hay atisbo de solución. Todo lo contrario. Se asoma el primer partido y ante el Vecindario juega el equipo juvenil, que logra un meritorio empate. Los jugadores y la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) solicitan incomparecencia y el club lo denuncia en una explosiva rueda de prensa con ataques a la profesionalidad del plantel, denunciado una trama para hundir al Cerro que quiere trasladar a la justicia ordinaria. La plantilla lo desmiente y exige el pago de la deuda, el único problema existente según recuerdan. El enquistamiento llega al extremo de que los jugadores tienen que ser escoltados por la Policía para salir del José Pache el jueves. En todo este tiempo no se llega a una solución pese a que el club recibe una subvención del Ayuntamiento por valor de 75.000 euros que, de ser utilizada, pondría fin al dilema. Muchos aficionados se preguntan por qué se ha llegado a esto.
Cuarto: Los servicios mínimos
Una inteligente jugada de Mario Luna y los servicios jurídicos da un giro total al conflicto. Solicitan un acto de mediación y conciliación a la Fundación de Relaciones Laborales que acaba en un acuerdo en la UMAC de Badajoz por el que los jugadores, previo sorteo, se comprometen a unos servicios mínimos por los que ocho profesionales disputarían el choque del domingo ante el Montañeros. Nadie del primer equipo se subió al autobús el sábado, alegando que el club no les concedía la carta de libertad ofrecida. Desde el mismo aseguran que sólo Torres y Pereyra la habían solicitado a coste cero. Nadie se pone de acuerdo en la tramitación. Mario Luna entiende que la AFE les ha aconsejado mal porque ésta sabía que de jugarse el partido se sentaría un precedente por el que las huelgas en el fútbol tendrían poco efecto disuasor, por lo que también demandará al sindicato, que ayer señaló a este periódico que no hará declaraciones hasta la decisión de Apelación. También se pudo equivocar la RFEF, cuando permitió que se jugase ante el Vecindario, prohibiendo el choque del domingo porque las fichas no pertenecían a Segunda B. El Cerro se presentó en Galicia con siete juveniles.
¿Habrá quinto?
Abajo se pueden leer las consecuencias deportivas de estos errores, según recoge el código disciplinario. Las jurídicas serán de largo recorrido, ya que el club pedirá daños y perjuicios a sus futbolistas y la AFE por la vía judicial. Antes pondrá una cifra al quebranto ocasionado. Salvo milagro, en esta semana el Cerro será enviado a Tercera, lo que pone en peligro su supervivencia y le deja sin derbi ante el Badajoz.
Los jugadores, que no entrenaron ayer, estaban pendientes anoche de una prórroga de diez días por mediación de la AFE para fichar por otros clubes porque el mercado de invierno acabó a las doce de la noche. La Federación lo aprobaría por lo extraordinario de la situación y estudia que la próxima temporada se amplíen los equipos de Tercera ya que el descenso no es deportivo.
[Hoy.es]